24.- PASANDO HOJAS (A los Libros).

Estoy con los ojos abiertos, aquí arriba y con los mejores medios para obtener el índice de las instrucciones que quiero conseguir, con lo que está delante de mi. Solo tengo que elegir y ¡Ya lo tengo!, te vas a la pagina y al hacer el recorrido con el contenido, me dejo llevar a su mundo, me planteo su asistencia con su tema, me involucro, mi Ser desaparece y de repente me encuentro en el trampolín, haciendo equilibrios y encontrándome en las fauces de unos acontecimientos, me llevan a  sobresaltos, sin saber si soy el que va a salvar el mundo, o si me lleva la historia a otros derroteros, ¡Porqué no! Por los despojos de los suburbios de la impotencia y en el desenlace, me encuentro con personajes, donde en su encuentro veo que son compañeros de mi viaje o son los que me van comiendo a trocitos pequeños, ...si poquito a poco, o me llevan por viajes de encuentros en paraísos fantásticos, en un abanico de contrastes, me hacen convertirme en ráfagas de impactos, tan luminosas como el centro del astro solar.

 <<En conclusión, sea lo que fuera el contenido, los libros siempre son el alimento exquisito de la fantasía de los sueños que interpretamos en la vida real>>.

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