157.- CUANDO MENOS TE LO ESPERAS, TE HAGO UN HERVIDO, QUE NO VEAS.

Se ha puesto en el lugar que quería, ahora me vienes después de tanta espera sin avisar y después de haber perdido prácticamente todas las esperanzas, apareces con lo que esperaba y resulta que lo que me encuentro aquí, con lo que traigo y lo que me traes no te imaginas, si hace un momento era inviable y ahora, además se me está ocurriendo lo que por allí pasó, podía hacer... y lo que ocurre es que puede más el que quiere que el que puede y ya que quiero y puedo, al poder hacerlo cuando quiero con lo que ahora puedo, aunque antes lo ignorábamos, cuándo ésto encontré aquí, con lo que traje de allí y lo que trajiste de allá, vaya que se puede hacer, para echarme flores y no parar y seguir y no parar, porque si hay se sigue, que para cuando falte ya se verá lo que se hace y con todo ésto, más que echarle guindas al pavo, echamos hojas de laurel al agua, que con lo que veo y encuentro, echo la sal, los ajos,, que están en la despensa..., las verduras y hortalizas... que he comprado en el mercado, como las patatas, el puerro, la cebolla, el nabo, las zanahorias, está el hervido saliendo que no veas y con los huevos..., que tú has traído, en la olla esclafo, con la cuchara lo saboreo, con un sabor de cuidado, lleno con el cazo los platos de caldo y  nos tomamos un hervido que perdemos el sentido.

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