161.- HACER BIEN AL CONJUNTO Y COMPRENDERNOS A NOSOTROS MISMOS.

Fijate bien porque están pasando cosas que no te imaginas las consecuencias que pueden ocasionar, queremos hacer bien y resulta que sin darnos cuenta, ¡Salta la liebre! Y lo que parecía perfecto toma otra dirección y ¡Pumba, cata pun!, Te das la hostia o te la pegan, ¡En menos que canta un gallo!, y lo que ocurre es que la clave no está en la perfección, porque, ¡Nunca llueve a gusto de todos!, y lo que queremos que pase por parte nuestra o nos ocurra por parte del causante es muy variable, teniendo que ponerse en la parte ajena, pues siempre predomina en primer pensamiento como condición humana la parte personal y después pensamos en las ventajas que reciben los que van a compartir la situación, pudiendo coincidir que sean beneficiados o sean afectados, debiendo saber que en el conjunto del mecanismo, cada individuo, desde su interior actúa de la misma manera, sin saber si en su conjunto el síntoma es de afección o desafección, por ello hay que aceptar las propuestas que se presenten, como exponer las propias y así en la diversidad de las propuestas se construye la realización en común de las diversidades de todos, asentándose cada uno a su propio entendimiento personal y así de la misma manera se pueda salir de la misma fase para autoconfirmarse, siendo normal que se pueda hacer bien desde el estado propio para beneficiarse de la situación, de propios y de ajenos, todos.

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