190.- LOS CUENTOS QUE NOS CUENTAN CONTANDO CUENTECES.

Es la fotografía paralela de la vida real, está todo establecido, es la canalización de lo que existe reconvertido en imágenes con todas las opciones de modificar y hacer versiones, cambiando la interpretación de las escenas para realzar las diferencias sociales y así destacar la lógica con parodias con extensiones exageradas, donde la información inconclusa de los actores, son completamente enigmáticas y confusas en sus explicaciones , haciendo fragmentos y versiones matizadas a lo que conviene resaltar, para puntualizar en comparaciones de diferentes estados al actual y así crear un escenario, donde al receptivo espectador le ofrecen en bandeja de plata, sin arriesgar el prestigio personal de los perceptores de auténticos cataclismos de impresión y sin moverse del sofá, con el paralelismo de coincidir las frustraciones del visionario con las reales barbaridades pactadas, analizadas interpretadas y exageradas, desde las imágenes fotográficas en movimiento les hace contrastar en acto de consecuencia, creándose un atractivo para ver en un continuo de falsos acontecimientos negociados en interés de los emisores actores y la organización de los entrevistadores.

Este tipo de actos de sobrellevarse a la avalancha de escenas de expectación "kamikazamente tobogánica", donde el contenido es única y exclusivamente funciones, ceremonias y fiestas, absorben de tal forma, que es como subirse en una atracción de feria y dejarse llevar en un tipo de diversión de la que ya, antes de comenzar el simulacro programado, está listo y planificado, renunciando los asistentes contempladores al estímulo propio de formar parte, olvidándose de su propio entorno y admitiendo una realidad imaginaria introduciéndose en un mundo inalcanzable sin opciones a la creatividad.

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