191.- AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS..

Hay movimientos sinuosos de manos alzándose frente a la cara, manteniendo las mismas distancias entre ellas y haciendo espirales ondas, siempre con las mismas distancias entre ellas, hacia arriba y hacia abajo, como cuando las corrientes de diferentes vientos en un mismo instante, haciendo remolinos en los parajes del lugar hicieran mover el follaje frondoso entre pendientes y subidas de los relieves, formándose el concierto de baile de las hojas en sus ramas de los árboles, con el ritmo  exactamente sincronizado en sus ondulaciones y de manera simultánea se oyen palmadas originando los chasquidos, producidos por el viento en los tambaleantes ramajes que proceden de los troncos, creándose en la caída de los razonamientos del recuerdo de aquellos momentos pletóricos, que transcurrieron con esplendor y ahora la fuerza del arrastre del pasado se lleva los restos de las hojas, que en un tiempo se agarraban a sus tallos con firmeza y el estupor del tiempo en su dominio se transfigurò con el avance del nuevo ciclo esfumándose sin avisar, desprendiéndose de sus orígenes y  arrastrando la multitud de ventiscas, llevándose a su paso y a su voluntad aquellas poderosas bases infranqueables que se asentaban en aquellas épocas anteriores y llega un día sin avisar, cuando nadie se lo espera y de forma repentina, son arrancadas y llevadas volando, dando vueltas hacia arriba y abajo a otros lejanos lugares a voluntad del viento, como cuando se hacen movimientos sinuosos de manos, alzándose frente a la cara manteniendo las mismas distancias entre ellas y haciendo espirales ondas, siempre poniendo las mismas distancias entre ellas, hacia arriba y hacia abajo, frente a nuestras vivencias y frente a nuestro rostro, observando cómo se las lleva el viento y ver como se va alejando sin avisar oyéndose su propio traqueteo acompañado por el silbido de quién lo origina, enlazando los dedos de las manos entre sí,, para agarrar aquellos maravillosos instantes, con chasquidas palmadas, que con el tiempo poco a poco aquellos sonidos de vientos se llevaron los recuerdos.

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