214.- SOMOS ESTRELLAS.

De la explosión, han quedado pequeños fragmentos, del enorme volumen que había cuando era todo un mismo cuerpo y en su propia composición estalló, produciéndose millones de pequeñas partículas brillantes, que observamos cuando en la oscura noche, miramos los cielos estrellados y lo vemos con el deseo de estirar los brazos y enganchar, al menos una de esas lucecitas chispeantes, que se sujetan solas ahí arriba.

En el proceder de los objetivos, ocurre lo mismo, vivimos felices con las estructuras que nos mantienen con la fuerza interior de vivir, defendiendo con ellas nuestra estabilidad, exteriorizándonos, con los principios que hacen continuar la lógica de la existencia y llega un día, sin esperarlo por la propia presión propia, se origina las explosiones de abundantes conocimientos retenidos, que hacen se dispersen con toda su furia, en pequeñas partículas ; lo que en otros tiempos era fundamental para su existencia, ahora se esparcen a lugares impensables a establecerse en otras épocas y estos fragmentos, no son otra cosa, que el inicio de nuevos acontecimientos, ya no en una sola ubicación, sino en una ingente cantidad de emplazamientos que aunque todas partan de cero, hacen ver que somos más grandes, con más experiencias y posibilidades de ampliar conocimientos con motivos de continuar con mucho más ánimo, estímulo y voluntad, porque lo que hace grande al Ser humano, no son los volúmenes de los resultados, es el volumen de los pequeños detalles, lo que nos hace brillar, por ello cuando la situación en la vida sea contrariada y nefasta, con problemas difíciles de superar, y las adversidades sean las predominantes, recordar que el mejor remedio es sentirnos como todos los pequeños fragmentos chispeantes que brillan, desde el cielo, para así Ser una estrella más, que  brilla desde el universo.

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