215.- PESAMBRES.

Cuando estiras, aflojó, estoy en el lugar de la situación, de la intención de salvar mi identidad y lo que ocurre, me quieres sacar de mis casillas y con la presión, no paras de imponer, estoy echando ascuas y me tienes que no sé por dónde voy a tirar, porque todo tiene un límite y como veo que me estás buscando..., tengo que hacer el tonto, pero vamos, hoy has venido que parece que te ha regañado el cura del pueblo y vienes desahogándote conmigo, dando coces, me tienes hasta las narices, así que tira y "deja de joder la marrana", que antes de que estuvieras aquí, estaba muy tranquilo y tú estás "jode que te jode", ...parece que quieres ir a por mí, "hasta que no dejas aquí a todo Dios escalabrao", no te vas a quedar agusto, así que "vete a tomar vientos" ya, ¡Cojones!, Me tienes hasta "el último pelo" y deja de repetir las mismas historias, aquí cada vez que vienes, "solo vienes con chismes" a estofarme y dar desazón y molestias y como comprenderás, aquí no nos metemos con nadie, así que "déjanos vivir en paz", no vengas más por aquí, nosotros somos gente de paz, ¡A ver cuándo sales del trece!, Siempre estás quinchando, ¡Hostias! Te voy a tener que escaldar con cal y agua, para que se te vaya toda la malicia que corre  por todo tu cuerpo; gente como tú tendrían que llevar tiempo "colgada en el pico de la torre", para "que os coman los cuervos" y no quede ni rastro de semejante gentúza, así que, ¡Tira! Que mi paciencia se agota y no respondo, ¡Cacho cabrón!, ¡Por donde vas, lo vas haciendo!, "Vas dando topazos con tus cuernos pegando cornás", rayando las paredes de las calles del pueblo a ambos lados, ¡Fuera so desgraciao!.

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