232.- COMO EL PERRO Y EL GATO.

Cuando estaba preparado para hacer las cosas que tenía pensado hacer, ¡Cata pun!, Apareces tú y me jodes todo lo que daba por hecho, con lo simple que parecía y es, de verdad eres de lo más oportuno, me fastidia bastante vayas así, parece que lo haces aposta, no existe otro momento, otro  día, tiene que ser precisamente hoy, ¡Y ahora y por huevos!, No comprendo nada, toda la vida vas igual, ¡No cambias!, Cuando se te mete algo en la cabeza ya no hay otra cosa en el mundo, con tu mala hostia, es imposible que las cosas puedan salir bien, ahora estas, "que hazlo así", "que lo tienes que hacer sí o sí", "vete a hacer esto", "lo otro ya que estás", "como te pilla de paso", ¡Basta ya, cojones!, Esto no lo puedo soportar, ¡Sólo sabes dar órdenes!, Ni que estuviera metido en un cuartel, ¿Sabes lo que más me fastidia?, ¡Pues te lo voy a decir!, Eres demasiado exigente conmigo, ¡Pero demasiado!, Te pasas varios pueblos y tú no eres perfecta, podías autovalorarte y comprender que tú también te equivocas, así qué déjame respirar un poco, ¡Ya me has jodido el día!, ¡No comprendo nada!, así no se puede ir a ninguna parte, con ésa actitud que tienes , ¡Estoy hasta las narices de todo!, Un día de estos cojo un camino y te digo que luego me encuentras, ¡Sí!, ¡Si!, ¡Si!, ¡Por la madre que me parió, estoy que ya no sé qué tengo que hacer!, ¡Por dónde voy vas contando mis pasos!, ¡Haber si me dejas un poco vivir!, Piensa un poco en tí, en tus cosas, ¡Vive tu vida y deja vivir!,, Estoy harto de tanto control ¡Hostia!.

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