290.- ¡MIS MUERTOS!, TE QUIERO CON LOCURA.

Las Almas en pena me apasionan,

Las ánimas perdidas son mis delicias,

Siento se acercan,

Hay ruidos de puertas que abren y cierran y abren con fuerza de revivir mi espíritu perdido,

¡Cuando menos me lo espero me sorprendo con los vivos!,

Comienza el "chou" con bailes de vivos y muertos,

También hacen Fiesta los malditos muebles, se elevan, giran, dan vueltas y vueltas,

Las luces de las velas van y vienen hasta que unas se apagan y otras en ráfagas de llamaradas revientan, "hasta quedarse la noche en aguas de borrajas",

Después de tanto fuero nos vamos con quien no nos acompañan.

En duelos de vivientes y difuntos, nos marchamos por los agujeros negros,

Acechamos por lugares irreales,

Suenan sierras con fuertes sonidos cerca de los oidos,

Vamos los espíritus a tu encuentro,

Bordeamos las dudas,

Encangrenamos las Almas sacadas de las entrañas, oyéndose gritos y gritos en la noche,

Nos hacemos los dueños de los perdidos cuerpos,

A recaudo de antojo, nos lo llevamos a precipicios de deseos escabrosos,

Cuando en el Mundo de los difuntos encontré a mi Amor, me apasioné con su descompuesto cuerpo,

Desde entonces con su Alma apenada y en su penumbra adorable lo veo,

Tan horriblemente Bello me acerco para disfrutarlo,

Muerdo tus echados a perder podridos labios, uno las flemas salivares de su corrompida boca con mi encarroñada lengua, unidas en su sabor avinagrado con textura viscosa al unirse nuestra sangre, se coagula,

Con tus ojos brujos desencajados, en tonos descompuestos y putrefactos, unidos para descomponernos juntos hasta la eternidad para el resto de los tiempos,

Te miro, moriría por su Amor,

¡Lo Mataría!,

¿Eres Feliz?, Ladras como un perro rabioso, desbocado, salido, enfufuscado para poseerme y tenerme en tus brazos,

Estamos ardiendo de ácido descompuesto,

De incertidumbre..., ¡Nos cortejamos y provocamos con los mal olientes cuerpos unidos!,

¡Te quiero a muerte!, Para seguirte por el abismo del infierno,

Cuando la fruta se ha pasado de madura a pocha en proceso de descomposicion, te encarno en mi lecho de muerte para que nuestras Almas separadas de nuestros cuerpos se unan, se ensamblen con su viscosidad al Sagrado Sepulcro, así nos acompañamos, para poseernos para el resto de los tiempos.

¡Sólo te quiero muerto!

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